Uruguay – La OIM y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay suscribieron un acuerdo de cooperación para trabajar conjuntamente en el reasentamiento de 120 refugiados de Siria que comenzarán a llegar a principios de septiembre.

Tras un anuncio reciente del Presidente de Uruguay, José Mujica, sobre la oferta de amparo a refugiados vulnerables de Siria, la Misión de la OIM en Uruguay comenzó a trabajar en colaboración con el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Derechos Humanos y el ACNUR para garantizar la llegada sin problemas de los refugiados y su integración en el país sudamericano.

Como parte del acuerdo, la OIM, en coordinación con el ACNUR, gestionará el transporte de los refugiados desde Medio Oriente hasta su destino final en el país, proporcionará controles de salud y trabajará junto a sus socios para garantizar una integración exitosa.

La llegada desde Jordania del primer grupo de alrededor de 40 refugiados sirios, en su mayoría menores, está programada para principios de septiembre; un segundo grupo de unos 80 refugiados sirios llegará en los próximos meses.

“Este acuerdo entre la OIM y el Ministerio de Relaciones Exteriores marca un hito histórico en Uruguay en materia de apoyo interinstitucional.  La OIM está consagrada a trabajar en conjunto con sus socios para asegurar la protección, confidencialidad e integración social de las familias sirias en un país con una larga historia de migración”, destacó Alba Goycoechea”, Jefe de Misión de la OIM de Uruguay.

Entre 1800 y la década de 1960, la inmigración de Europa (sobre todo de Italia y España) moldeó esta nación del Cono Sur.  Los censos de 1860 y 1908 determinaron que el porcentaje de extranjeros de la población total del país era del 34 y del 17,4 por ciento, respectivamente.

Sin embargo, después de la década de 1960, a raíz de la crisis económica, social y política que se intensificó en 1973, muchos uruguayos emigraron a otros países de la región, así como a Norteamérica y Europa.  Otras grandes olas de emigración ocurrieron durante las crisis de 1982 y 2002.

Para el año 1996, según datos oficiales, alrededor de un 15 por ciento de los uruguayos vivía fuera del país y unas 117.000 personas abandonaron Uruguay entre 1996 y 2004.  Esto elevó el porcentaje de la población que vive en el extranjero a un 18 por ciento aproximadamente.

El retorno de la democracia y, más recientemente, un período de importante crecimiento económico y muy bajas tasas de desempleo (que actualmente se sitúan en el 5,4 por ciento), se han considerado como los motivos detrás de los mayores flujos de inmigración y el retorno acelerado de emigrantes uruguayos.

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Alba Goycoechea
OIM de Uruguay
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