Uruguay - IOM Uruguay y el Instituto Nacional de Derechos Humanos del país (INDDHH) esta semana firmaron un convenio de colaboración para trabajar conjuntamente en combatir la trata de personas y buscar soluciones al tráfico de migrantes.

En los últimos años, el país sudamericano ha observado un aumento en el número de inmigrantes que llegan desde el interior del continente y desde otros destinos más distantes. Esto ha marcado un punto de inflexión para las tendencias migratorias  del Uruguay, que entre 1970 y 2000 era un país de origen con sus nacionales en busca de oportunidades económicas fuera de sus fronteras.

El aumento del flujo de inmigrantes ha traído consigo nuevos retos a los funcionarios y a la sociedad civil que trabaja con las poblaciones recién llegadas, las cuales se encuentran muchas veces en una situación de vulnerabilidad frente a la explotación sexual y laboral.

El censo del año 2011 reportó un estimado de 77.000 inmigrantes viviendo en Uruguay, lo que representa aproximadamente el 2,4% de la población total.

Las llegadas más recientes de inmigrantes provienen de los países del hemisferio, principalmente Argentina y Brasil, además de aquellos provenientes de Europa, principalmente de Italia y España. Pero en una nueva tendencia, el flujo de migrantes numéricamente más grande proviene de la República Dominicana. De acuerdo con la Dirección Nacional de Migraciones, un total de 1.870 dominicanos llegó al país en 2013; lo cual representa un aumento del 31,3% en comparación con el año anterior (1285). En lo que va de este año, los funcionarios de inmigración se han registrado 2.500 llegadas provenientes de la nación caribeña.

Desde 2011, los emigrantes uruguayos han estado retornando a su país de origen  en vistas de las mejores oportunidades económicas que existen en el país. El año pasado, regresaron 2.242, la mayoría desde de España, y en una menor medida de los Estados Unidos, Argentina e Italia. Casi 1.500 de los que regresaron en 2013 se establecieron en la capital, Montevideo.

"La migración hacia Uruguay es un fenómeno actualmente en crecimiento. Nuevas leyes y acuerdos regionales están entrando en vigencia, en el marco de una política de gobierno centrada en los derechos humanos para todos, incluidos los migrantes.  La firma de este acuerdo en particular permitirá a la OIM y al  Instituto Nacional de Derechos Humanos  trabajar en conjunto para entrenar los funcionarios del gobierno y a la sociedad civil en las cuestiones relacionadas con la migración y los derechos humanos ", dijo Diego Beltrand, Director Regional de la OIM para América del Sur.

El marco de trabajo bajo el nuevo acuerdo también incluirá la investigación sobre la trata de personas y el tráfico de migrantes en el país y a nivel regional, el análisis conjunto de las políticas migratorias actuales, la sensibilización entre el público en general, para prevenir la xenofobia y el racismo, y el acceso a la justicia para los migrantes.

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Alba Goycoechea
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